El recorrido de la mirada en una composición es el camino que recorrerá la mirada del observador determinando la forma de cómo verá y asimilará la obras; así como la comprensión final que tenga de ella. Se busca en la fotografía, la pintura, el dibujo y sin duda en el 3D.
En una buena composición el ojo debe poder seguir un recorrido entre los elementos de la imagen, por lo que procurará analizar algunas técnicas para conseguirlo.
En general, la mirada en una imagen, entra por el primer plano(normalmente por abajo) y sale por el fondo. Pero podemos cambiar esto con diferentes técnicas, una de ellas seria la Ley de la mirada
Ley de la mirada
La ley de la mirada nos dice que el protagonista de nuestra composición ha de tener siempre más espacio hacia la parte de la imagen a la que dirige la mirada.
Es una de las principales reglas de composición usada en fotografía. Consiste en respetar la dirección en la que el modelo mira. Es decir, a la hora de encuadrar un retrato, deberíamos dejar más espacio por delante del sujeto que por detrás de éste. Si queremos respetar la regla de la mirada, deberemos dejar espacio para que el sujeto «mire». Aunque este espacio, aparentemente, esté vacío de significado porque no hay ningún elemento en él. Con esto conseguiremos darle fuerza expresiva al personaje que aparece en nuestra imagen. Respetando su mirada conseguiremos dotar de interés la acción del protagonista.
Al respetar esta regla, llamaremos la atención del observador de la obra, sobre lo que el sujeto está mirando. Si la composición está bien realizada, conseguiremos que el espectador siga ese espacio, en busca de lo que está mirando el personaje de la imagen; Incluso cuando este se encuentre fuera del marco del la composición.
Si colocamos aquello que el sujeto está viendo dentro del encuadre, estaremos contando la historia completa incluso estaremos generando una fuerte conexión entre el sujeto y el elemento que tendrá más peso dentro de la composición de la imagen: los ojos de aquel que vea la imagen se moverán entre el sujeto que mira y el elemento mirado. Podemos conseguir que el ojo de espectador de la fotografía recorra toda la imagen conectando ambos elementos.