Para estructurar una composición, ademas del uso de la línea, podemos usar figuras geométricas. Estas figuras geométricas se utilizan, desde la antigüedad, para enriquecer el significado de la composición y buscar la sublimación del placer estético. Puede plantearse como esquema principal o formar parte de un esquema mas complejo en combinación de otros.
El cuadrado y el rectángulo dan unidad y estabilidad a una composición. El cuadrado se considera el elemento más estable, permanente y estático, especialmente si se encuentra apoyado en su base. Transmite rectitud, solidez, esmero y equilibrio.
El cuadrado es una figura muy estable y de carácter permanente, asociada a conceptos como permanencia, honestidad, esmero y equilibrio. El cuadrado es referencia primaria con respecto al equilibrio y el bienestar. Es menos sugerente y más neutro que los rectángulos, pero más sólido. Invita a mirar su centro y pasear la mirada en espiral en torno a ese punto.
El rectángulo tiene propiedades análogas al cuadrado, aunque sugiere menos perfección y estabilidad.
Los rectángulos horizontales aportan solidez, estabilidad, dan la sensación de ser difíciles de volcar permiten que la mirada el espectador se pasee de un lado a otro, en sentido horizontal.
Los rectángulos verticales dan la sensación de tener menos solidez, son menos estables. La mirada del espectador suele moverse verticalmente, dando sensación de elevación.
Si apoyamos una de sus esquinas y no uno de los lados estaremos hablando de una forma romboidad que presenta inestabilidad y desequilibrio.
Los triángulos, todos producen sensación de unidad independientemente del tipo, pero resultarán más dinámicos si ocupan la diagonal
- Triángulo equilátero (con sus tres lados iguales y los 3 ángulos de 60°)
- Triángulo isósceles ( dos lados y dos ángulos iguales)
- Triángulo escaleno ( No hay ángulos iguales)
El triangulo es forma que podemos usar en dos sentidos contrarios. Si lo presentamos apoyado en su base tenemos una figura estable y estática, donde el mayor peso se sitúa en la parte inferior. Si apoyamos uno solo de los vértices conseguimos el efecto opuesto, convirtiéndose en una figura inestable y/o dinámica. En los cuadros religiosos con la santa Trinidad ó la Ascensión de la Virgen se utilizaba normalmente el triángulo isósceles invertido.
El circulo se usan para concentrar la visión en su zona, para engrandecer o resaltar lo que contiene. Las composiciones dentro de un circulo se llaman tondo, derivado del italiano “redondo”, o rotondo.
El círculo es la figura geométrica más enigmática de todas, considerada perfecta en la antiguedad. Su direccionalidad se crea por la curva de su contorno y esta asociada al movimiento, al encuadramiento, a la repetición y al calor.
Esta forma produce un movimiento de rotación, posee un gran valor simbólico, especialmente su centro. Tiene connotaciones psicológicas como protección, inestabilidad, hermetismo, movimiento continuo o infinito. Sugieren estabilidad, armonía, equilibrio, unión y durabilidad.
El óvalo tiene cualidades parecidas a las del circulo, pero que expresan mayor inestabilidad y dinamismo. Se considera que el movimiento perfecto es una cualidad propia de la circunferencia.
La circunferencia y el círculo son los elementos geométricos considerados más perfectos y estables, aunque cargados de una gran carga dinámica.
Polígonos (pentágonos, hexágonos, octógonos… ) Todos son formas geométricas que pueden obtenerse de las mas sencillas mencionadas al principio.
Podemos usar letras como elementos compositivos, puesto que en nuestro subconsciente están almacenadas todas las formas y esas reminiscencias hacen que las asociemos, de manera subliminal, al contemplar una determinada forma compositiva.
Flechas, estrellas y otras figuras al igual que ocurre con los polígonos estas formas se generan con geometría más básica y puede usarse para estructurar una composición.