Características diferenciales de la anatomía de un bebé recién nacido
Cuando un recién nacido viene al mundo, tiene una anatomía muy característica con unas proporciones muy diferentes a la de un humano adulto. Posee una gran cabeza que mide una cuarta parte de la longitud total del pequeño y un esqueleto blandito, flexible con huesos cortos y esponjosos.
Nace con unos 270 huesos que van cambiado hasta llegar a los 206 que tenemos en la madurez. Algunos se fusionan entre sí formando uno sólo, como ocurre por ejemplo con el sacro, que resulta de la fusión de cinco huesos; o como en el cráneo que pasa de 45 a 22 huesos.
Cabeza
Los huesos del cráneo están unidos por membranas llamadas fontanelas. Estas permiten que la cabeza flexione en el momento del nacimiento. La fontanela posterior o lambda, pequeña de forma triangular se suele cerrar alrededor de los 3 meses de edad. La fontanela anterior o bregma, con forma de rombo se cierra alrededor del año y medio.
Los párpados del recién nacido se ven hinchados debido a la presión que se ejerce sobre la cara durante el nacimiento. A esta inflamación se le denomina edema palpebral y suele desaparecer a los 3 ó 4 días. Los neonatos no nacen con cejas pero si presentan largas pestañas.
Las orejas de los recién nacidos son blandas y flexibles. Se moldearán a medida que el cartílago se endurezca. Suelen estar a la misma altura, posicionadas por encima del ángulo externo de los ojos. Tienen un conducto auditivo externo corto, recto, aunque a veces se presenta tortuoso.
La boca presenta simetría ubicándose en la línea media con labios húmedos, brillantes y de color rojo violáceo. Están muy bien delimitados.
El cuello de recién nacido es flexible, corto y con pliegues húmedos y profundos; su carita es pequeña y muy redondeada, con el mentón retraído y una nariz poco prominente, plana y flexible.
Torax
Su columna vertebral no presenta su característica forma de S. Esta no comienza a formarse hasta el desarrollo motor del niño.
En referencia a la forma anatómica del tórax , muestra forma de campana con las costillas en forma horizontal. Se pueden observar las clavículas. Las clavículas y costillas están en posición horizontal. El abdomen es globuloso y fácilmente depresible.
Extremidades
El bebé suele adoptar una posición fetal: puños cerrados, hombros curvados, cadera y las rodillas flexionadas, con su brazos y piernas muy próximos a su cuerpo. Tiene extremidades cortas y simétricas. Sus brazos y piernas presentan cierto grado de hipertrofia.
Es destacable la torsión tibial que presentan. El geru varu (o rodillas arqueadas en paréntesis) presenta un ángulo de unos 15º al nacer. Esta torsión se corrige a partir de los 2 / 3 años de edad.
La anatomía de los pies del recién nacido es diferente a los adultos. Tienen una mayor capa de grasa que oculta la bóveda o arco. Son más blandos, redondeados y mucho más flexibles. Tienden a estar girados hacia dentro, debido a la postura que tenían en el seno materno.
Los pies del bebé miden un tercio de lo que medirá cuando sea adulto. Aproximadamente miden unos 8 cm. Tienen forma triangular porque los huesos del tobillo, aun no se han fortalecido.
Las manos del recién nacido tienen uñas bien formadas, aunque son finas y frágiles.
Además del color, otra característica de la piel del recién nacido es que es muy delgada y transparente. Tiene tan poca grasa que permite ver las venas y los capilares a través de ella. Esta característica está muy acentuada en los prematuros, que poseen una piel casi transparente. A medida que van ganando peso, las venas dejan de apreciarse a simple vista.
Suelen tener un vello fino, llamado lanugo cubriendo la piel del recién nacido que suele desaparecer dentro de las primeras semanas de vida. La piel podría presentarse cuarteada, pelada o mostrar manchas, pero esta situación remite con el paso de los días.
Referencias de interés: